viernes, 6 de septiembre de 2013

Colleja virtual - Creación del Universo o Somos tan sólo un estornudo del Tiempo



En mi anterior entrada sobre la evolución del hombre y otras divagaciones, afirmaba yo que Empiezo a meterme en harina, casi al principio de todo, hace 180 millones de años aparecieron los primeros mamíferos cuando la tierra aún estaba dominada por los grandes saurios. Ay qué risa tía Felisa. He aquí un claro ejemplo de antropocentrismo. Y eso que se suponía que quería tomar perspectiva. Como si antes del hombre no hubiera habido nada, como si una vez el hombre se extinga el Universo no continuará sin él…
 
Pues sí, mis últimas inquietudes intelectualoides (me suena pretencioso llamarlas intelectuales y más hoy, no creo que lo merezcan), me ha llevado al origen del Universo, del sistema solar y de esta pelota rocosa en la que vivimos, y su evolución hasta adquirir las condiciones necesarias para empezar a albergar y desarrollar eso que llamamos VIDA. Todo ese periodo de tiempo que va desde la formación de la Tierra hasta la vida lo llamamos Eón Precámbrico, y dura unos 4.000 millones de años, millón arriba millón abajo. Antes de esto tenemos la creación del Universo hasta la creación de la Tierra, que son otros 9.000 millones de años, si ponemos la creación del Universo en el punto del Big Bang hace 13.700 millones de años, algo que es cuestionado hoy en día. Y tras el Eón Precámbrico, no es hasta la mitad del actual Eón Fanerozoico que aparecen los dinosaurios, en el Mesozoico o Era Secundaria, hace 250 millones de años.


jueves, 5 de septiembre de 2013

Como cada septiembre, comienzo de curso


Septiembre siempre huele a nuevo, a cuaderno por estrenar. Hay personas que pasan cuenta del año cada 31 de diciembre, los hay que hacen propósitos de Año nuevo cada 1 de enero, están los que nunca hacen recuento de sus debes y haber, y por último estamos los que seguimos con la costumbre, dura de arrancar después de tantos años de colegio y Universidad, de que cada Septiembre es un nuevo comienzo, y podemos tomar la resolución de que “este año será distinto”: atenderé más en clase, cuidaré mi letra en mis cuadernos, no emborronaré, haré los deberes a diario, no perderé de nuevo el estuche.

Caía en la cuenta el otro día, con mi hermana contándome que su vuelta a Munich aparecía como una nueva etapa en su vida, se lleva a mi canguro de au-pair, un nuevo curso que comienza, último de Kindergarten para M, segundo de colegio para T, y primero para toda la familia sin su padre, sin su marido. Una nueva etapa.
Yo empiezo el nuevo curso yéndome a las montañas, muy cerquita de los Pirineos, a un pueblito de diez casas y veintidos habitantes, dos semanas en medio de ninguna parte y rodeada de belleza con la meloncilla y con los que más quiero. Tengo un comienzo de curso de lujo, y me gustaría disfrutarlo. Así que aquí dejo mis propósitos de curso nuevo: